La mediación es un proceso voluntario de gestión de conflictos, basada en la comunicación, donde un tercero, el mediador, de forma neutral e imparcial, ayuda a las partes implicadas a comunicarse entre sí de una forma adecuada y positiva con el fin de alcanzar acuerdos satisfactorios por todos los participantes.
La finalidad de la mediación es la resolución pacífica y positiva de conflictos que surgen en los diferentes ámbitos de la relación humana (familiar, social, laboral,…).
La mediación constituye una alternativa de gestión de conflictos útil y eficaz que fomenta en las partes habilidades de afrontamiento pacífico a los problemas cotidianos.
Los acuerdos adoptados por las partes son más justos, más duraderos, y más efectivos, al tener en cuenta las necesidades, intereses, emociones y opiniones de las personas directamente implicadas, que son las únicas que deciden.